Viceministro Domingo Matías insta al Congreso aprobar el proyecto de ley de Regiones Únicas de Planificación

La aprobación de la iniciativa legislativa, discutida y corregida por los hemiciclos, frenaría la mega regionalización que genera una atomización de las estructuras administrativas o regiones y reduce las capacidades humanas y técnicas de los territorios.

Santo Domingo, República Dominicana. (Julio 2021). El viceministro de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Regional, Domingo Matías, instó a los legisladores y legisladoras aprobar y corregir las distorsiones del proyecto de ley de Regiones Únicas de Planificación como una manera de frenar el caos y la dispersión en los territorios.

El sociólogo y profesor universitario solicitó la discusión y aprobación de la iniciativa legislativa en el artículo de opinión de su autoría titulado “Urgente reforma legal de la mega-regionalización territorial” publicado recientemente en el digital Acento.

Consideró que el proyecto de ley permitiría al Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo  operar con las instituciones del Estados bajo un mismo esquema de coordinación y organización en los territorios.

Precisó que la iniciativa legislativa ha sido consensuada con la participación de los diversos sectores públicos y sociales con el objetivo de  establecer  las estructuras instituciona­les, los esquemas de gestión administrativa y el mandato de coordinación entre los niveles regionales, provinciales y municipales.

La coordinación, argumenta Matías,  facilitaría  el esfuerzo conjunto de las agencias del gobierno central, los gobiernos locales, los grupos económicos, la sociedad civil y la ciudadanía en sentido general.

Afirmó que el proyecto de ley, ahora en comisión bicameral del Congreso Nacional, plantea la regionalización del país incorporando cinco regiones: Cibao Noroeste, Cibao Nordeste, Cibao Suroeste, Sur Central y Este.

Plantea Matías que este  esquema genera graves  limitaciones a la racionalidad del Sistema Nacional de Planificación e Inversión Pública y amenaza la coordinación interinstitucional, un factor clave para superar  las disparidades territoriales.

Además, afecta la eficiencia administrativa en el manejo de los fondos públicos y dificultades para la puesta en marcha de los instrumentos de participación en los diseños de las políticas públicas a través de los consejos de desarrollo en sus diferentes escalas: regional, provincial y municipal.

“Con este menú de regiones se afectan considerablemente los sistemas de seguimiento a productos, resultados e indicadores. Sobre todo, la sistematización colectiva de los entregables por los diferentes ministerios, porque la capilaridad del conjunto está ausente. Es un esquema de autonomías ministeriales que no produce cohesión”, expresa en su artículo.

El país padece una mega regionalización

Matías valora aprender de las experiencias latinoamericanos sobre regionalización a causa de que el país padece una macro regionalización. En el año 2012, un estudio que realizó  puntualiza que, en términos comparativos, la República Dominicana es uno de los países en el mundo que más regiones tiene por kilómetro cuadrados.

“Los países más grandes del planeta tierra son Rusia, Canadá y China. El primero tiene 11 regiones, el segundo 4 y el tercero también 4 regiones autónomas. El único país en el hemisferio americano que tiene más regiones que República Dominicana es Chile, el cual cuenta con 16. Chile es el país más largo y estrecho del mundo, y sus autoridades regionales se eligen por el voto popular”.

Plantea que estructurar diez regiones en una geografía de tan solo 48 mil 442 kilómetros cuadrados  se genera una dispersión de esas capacidades que provocaría la atomización de las estructuras administrativas o regiones.

Por último, Matías  recomienda  su reiteración de acelerar el conocimiento y aprobación de la ley de Regiones Únicas de Planificación. “Cuando se plantea el concepto Únicas, es para que todo el tejido público se articule administrativamente y que varios centros urbanos y periferias económicas sean motores del desarrollo de sí mismo y de las escalas territoriales inferiores”.

Por último, el sociólogo considera necesario que los municipios participen en las decisiones económicas de la región y de esta a las decisiones económicas globales.