Ministerio de Economía destaca retos y oportunidades del sector agrícola en la zona fronteriza

Señala la importancia de la producción agrícola para el territorio y la necesidad de mejorar la infraestructura de riego para aumentar la productividad del sector.

Santo Domingo, República Dominicana. (Diciembre de 2022). El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo publica el Monitor de la Frontera correspondiente a noviembre de 2022, que resalta los retos y oportunidades del sector agrícola en la zona fronteriza.

La publicación de la Dirección de Políticas de Desarrollo de la Zona Fronteriza destaca la importancia que esta actividad representa para la economía y la seguridad alimentaria de la República Dominicana. .

El documento titulado “Elementos destacados de la productividad agrícola en la zona fronteriza” indica que dentro de los principales productos que se cultivan en la zona fronteriza se encuentran cultivos intensivos, arroz y café, siendo la frontera norte la zona donde más cultivos se producen.

Este documento presenta una visión general de la productividad agrícola en la zona fronteriza y se detalla la distribución de productores, cultivos y actividades más comunes.

Por su parte, sostiene que, en el territorio, el sector agropecuario es de gran impulso, concentrando aproximadamente 49,217 productores en la frontera.

Indica que de acuerdo con el Precenso Agrícola del 2015, la zona fronteriza contiene el 16.7% de las tareas agrícolas productivas del país y el 15.4% de los productores agrícolas. Establece que, de estos, el 78.4% de los productores son hombres y el 19.0% mujeres.

El informe señala que la agricultura es una actividad predominantemente masculina, aunque en el territorio fronterizo la presencia de la mujer es mayor que en el resto del país.

Iniciativas y oportunidades en el territorio

El Monitor de la Frontera destaca algunas iniciativas que podrían marcar la diferencia en términos de productividad agrícola en el territorio. En ese sentido, cita en primer lugar, la posesión del título

del predio que utiliza el agricultor para cultivar o criar animales, el cual puede tener un efecto directo en la productividad agrícola.

Añade que uno de los planteamientos detrás de la importancia de la titularidad radica en el hecho de que el productor tiene más seguridad sobre la propiedad de la producción, lo cual se asocia a un mejor acceso al crédito y mayor inversión. Por otro lado, este incremento en la inversión se traduce en mayor uso de insumos lo que mejora la productividad por tarea.

Asimismo, se propone la mejora de la infraestructura de riego con el objetivo de reducir las elevadas pérdidas de volumen de agua que genera el sector.

Plantea que para esto es necesario sustituir los sistemas de riego actuales por métodos más eficientes como el sistema de riego por goteo, por aspersión, riego programado entre otros.

Por otro lado, indica que extrapolar ideas de buenas prácticas locales e internacionales podría aumentar la eficiencia en el sector agrícola del territorio.

Cita que un caso de buenas prácticas reciente se encuentra en la comunidad de Villa Poppy, ubicada en la zona de amortiguamiento del municipio de Constanza, La Vega, donde 55 familias están establecidas, de estas 25 son agricultoras y cada una tiene en su posesión alrededor de 4.5 tareas para producir.

Las tareas disponibles no han sido un impedimento para tener cultivos rentables con acceso al mercado local.

Resalta que el éxito de este proyecto puede atribuirse a varios factores y destaca la asociación tanto de los parceleros al crear su propia cooperativa como a los esfuerzos de distintos actores del sector privado, gubernamental y ONGs.

Considera importante hacer énfasis en la iniciativa PRORural articulada con el programa sombrilla Frontera Productiva. Mediante este proyecto se persigue contribuir a superar la persistencia de la pobreza monetaria y de la vulnerabilidad de las familias rurales pobres de la zona fronteriza a través del apoyo al desarrollo e implementación de Planes de Inclusión y Resiliencia (PIRs).

El 70% de los beneficiarios son familias rurales pobres perteneciente al ICV 1 y 2, al menos 40% de estas familias están dirigidas por mujeres y el 30% por jóvenes. Destaca que a 2022, se aprobaron ocho proyectos y se espera aprobar aproximadamente 40 en el 2023.

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