Desde la irrupción de la pandemia global del COVID-19 a inicios de año, el mundo ha cambiado drásticamente, especialmente a partir del mes de marzo. La crisis sanitaria ha supuesto un choque
económico atípico y de magnitud considerable en muchos países, al menos en tiempos de paz. Dados los niveles actuales de volatilidad e incertidumbre vigentes, las proyecciones y los pronósticos debe realizarse de manera cuidadosa, por lo cambiante y compleja de la coyuntura, mientras todo se va ajustando a la nueva normalidad.