Marco macroeconómico 2018-2022 – marzo 2018
Resumen
Durante el pasado año, el crecimiento en términos reales del producto interno bruto fue de 4.6%. Luego de un crecimiento de 4.3% en el primer semestre, la actividad económica se dinamizó en el segundo semestre a un mayor ritmo (4.8%), a pesar de los efectos derivados de las tormentas del mes de septiembre, especialmente durante el último trimestre (octubre-diciembre) en que el PIB tuvo un crecimiento interanual de 6.5%. Los sectores económicos que se destacaron en 2017 por su variación del valor agregado fueron hoteles, bares y restaurantes (6.7%), agropecuaria (5.8%), transporte y almacenamiento (5.0%) y manufactura de zonas francas (4.6%).
En cuanto al análisis del PIB según el enfoque de los componentes del gasto, las exportaciones crecieron un 4.7%, el consumo público un 6.5% y el consumo privado un 4.3% (este con una incidencia del 66.4% del crecimiento), mientras que la inversión fija se mantuvo casi al mismo nivel que 2016 (apenas subió 0.5%) y las importaciones se redujeron en 2.5%. Estos últimos componentes tuvieron un comportamiento disímil en cuanto a sus precios relativos, ya que esos deflactores crecieron bastante más (8%-10.3%) que el deflactor total (que aumentó 3.6%).
Con relación al mercado laboral, según la nueva ENCFT durante el trimestre octubre-diciembre la tasa de desocupación abierta bajó hasta el 5.1%, 1.3 puntos porcentuales menor al valor del mismo periodo en el año anterior (6.4%). Para el año completo, la tasa de desempleo promedió un 5.5% (un descenso respecto al 7.1% en 2016), con una generación neta de 120,237 trabajadores, por lo que la tasa de ocupación se incrementó hasta alcanzar el 58.7%. Estas mejoras en los indicadores se deben a que el ritmo de incremento en la cantidad de ocupados (2.8%) es mayor que los aumentos en la fuerza de trabajo (PEA, 1.1%) y la población mayor de 15 años (PET, 1.4%).
Las actividades económicas que más contribuyeron al incremento de ocupados fueron: el sector agropecuario (agricultura y ganadería); la construcción; la enseñanza; hoteles, bares y restaurantes; salud y asistencia social. Por último, el ingreso promedio por hora de los ocupados perceptores se incrementó en 2017 un 4%, siendo este cambio similar al registrado en el salario mensual promedio de los cotizantes en el régimen contributivo de pensiones del sistema de seguridad social. Parte de esta mejora en los ingresos laborales responde en cierta medida al aumento de 20% en los salarios mínimos del sector privado no sectorizado que se realizó en dos etapas durante el año.
Marco macroeconómico 2018-2022 – marzo 2018
Resumen
Durante el pasado año, el crecimiento en términos reales del producto interno bruto fue de 4.6%. Luego de un crecimiento de 4.3% en el primer semestre, la actividad económica se dinamizó en el segundo semestre a un mayor ritmo (4.8%), a pesar de los efectos derivados de las tormentas del mes de septiembre, especialmente durante el último trimestre (octubre-diciembre) en que el PIB tuvo un crecimiento interanual de 6.5%. Los sectores económicos que se destacaron en 2017 por su variación del valor agregado fueron hoteles, bares y restaurantes (6.7%), agropecuaria (5.8%), transporte y almacenamiento (5.0%) y manufactura de zonas francas (4.6%).
En cuanto al análisis del PIB según el enfoque de los componentes del gasto, las exportaciones crecieron un 4.7%, el consumo público un 6.5% y el consumo privado un 4.3% (este con una incidencia del 66.4% del crecimiento), mientras que la inversión fija se mantuvo casi al mismo nivel que 2016 (apenas subió 0.5%) y las importaciones se redujeron en 2.5%. Estos últimos componentes tuvieron un comportamiento disímil en cuanto a sus precios relativos, ya que esos deflactores crecieron bastante más (8%-10.3%) que el deflactor total (que aumentó 3.6%).
Con relación al mercado laboral, según la nueva ENCFT durante el trimestre octubre-diciembre la tasa de desocupación abierta bajó hasta el 5.1%, 1.3 puntos porcentuales menor al valor del mismo periodo en el año anterior (6.4%). Para el año completo, la tasa de desempleo promedió un 5.5% (un descenso respecto al 7.1% en 2016), con una generación neta de 120,237 trabajadores, por lo que la tasa de ocupación se incrementó hasta alcanzar el 58.7%. Estas mejoras en los indicadores se deben a que el ritmo de incremento en la cantidad de ocupados (2.8%) es mayor que los aumentos en la fuerza de trabajo (PEA, 1.1%) y la población mayor de 15 años (PET, 1.4%).
Las actividades económicas que más contribuyeron al incremento de ocupados fueron: el sector agropecuario (agricultura y ganadería); la construcción; la enseñanza; hoteles, bares y restaurantes; salud y asistencia social. Por último, el ingreso promedio por hora de los ocupados perceptores se incrementó en 2017 un 4%, siendo este cambio similar al registrado en el salario mensual promedio de los cotizantes en el régimen contributivo de pensiones del sistema de seguridad social. Parte de esta mejora en los ingresos laborales responde en cierta medida al aumento de 20% en los salarios mínimos del sector privado no sectorizado que se realizó en dos etapas durante el año.