Experiencia Dominicana en la elaboración de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030
Contexto
El desarrollo y crecimiento económico logrado por la República Dominicana durante los últimos 40 años, arroja un balance positivo a pesar de las situaciones sociales persistentes, siendo el PIB per cápita 5,685.4 USD para el 2010, según cifras del Banco Central de la República Dominicana.
En la década de los noventa, el país inició un proceso de reforma y modernización del Estado, abarcando a gran parte de las instituciones del Poder Ejecutivo; sin embargo, en el año 2003 el país transitó por el impacto de la mayor crisis financiera de su historia, lo que implicó un traumático aumento de la pobreza general, de 32 a 49% (un aumento de 17 puntos porcentuales), además del aumento general del costo de la vida y el debilitamiento de la cohesión social.
Surgieron nuevos retos asociados a mejorar la inserción del país en la economía mundial. Se estaba frente a una situación en la que el aparato productivo necesitaba un cambio, pues la falta de competitividad internacional generó fuertes desequilibrios externos y amenazas futuras. Era un reto mejorar la productividad de los recursos económicos y humanos, el manejo de los recursos naturales, fortalecer la gestión de riesgos y promover la adaptación a los efectos del cambio climático. También, se requería aprovechar el potencial de las capacidades del país para generar notables cambios en la vida nacional, mejorar la coordinación interinstitucional y tener instituciones más eficientes y transparentes, que pudieran fortalecer la democracia y apoyar el desarrollo del aparato productivo.
Experiencia Dominicana en la elaboración de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030
- julio 1, 2020
- Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD)
Resumen
El desarrollo y crecimiento económico logrado por la República Dominicana durante los últimos 40 años, arroja un balance positivo a pesar de las situaciones sociales persistentes, siendo el PIB per cápita 5,685.4 USD para el 2010, según cifras del Banco Central de la República Dominicana.
En la década de los noventa, el país inició un proceso de reforma y modernización del Estado, abarcando a gran parte de las instituciones del Poder Ejecutivo; sin embargo, en el año 2003 el país transitó por el impacto de la mayor crisis financiera de su historia, lo que implicó un traumático aumento de la pobreza general, de 32 a 49% (un aumento de 17 puntos porcentuales), además del aumento general del costo de la vida y el debilitamiento de la cohesión social.
Surgieron nuevos retos asociados a mejorar la inserción del país en la economía mundial. Se estaba frente a una situación en la que el aparato productivo necesitaba un cambio, pues la falta de competitividad internacional generó fuertes desequilibrios externos y amenazas futuras. Era un reto mejorar la productividad de los recursos económicos y humanos, el manejo de los recursos naturales, fortalecer la gestión de riesgos y promover la adaptación a los efectos del cambio climático. También, se requería aprovechar el potencial de las capacidades del país para generar notables cambios en la vida nacional, mejorar la coordinación interinstitucional y tener instituciones más eficientes y transparentes, que pudieran fortalecer la democracia y apoyar el desarrollo del aparato productivo.
