Evaluación del Índice de Seguridad de Acueductos
Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados(INAPA)
Contexto
La República Dominicana, por su ubicación geográfica, su composición poblacional y la complejidad de su territorio se encuentra entre los primeros 10 países más vulnerables al impacto de fenómenos climáticos extremos, según el Índice Mundial de Riesgo Climático (CRI, por sus siglas en inglés). Estos fenómenos naturales extremos, se manifiestan de manera recurrente en distintas formas: sequías, inundaciones, deslizamientos, derrumbes, terremotos, ciclones tropicales y fuertes vientos.
Diversos estudios realizados concluyen en que resulta impostergable el fortalecimiento del Sistema Nacional de Gestión Integral de Riesgos ante Desastres (SN-GIRD), con un marco legal y estructura organizativo-funcional más efectiva y coordinada, autoridades locales capacitadas, empoderadas; desde donde se posibilite la creación de una cultura de prevención, programas continuos de formación, así como el fomento de la difusión de experiencias y buenas prácticas en la temática.
Ante esta situación, el Estado dominicano ha venido impulsando desde hace más de una década medidas tendentes a reforzar la capacidad de reducir el impacto de los fenómenos naturales y aumentar la resiliencia. En este sentido, se ha identificado la necesidad de contar con un mantenimiento adecuado de recursos como el agua, la electricidad y el combustible, dado al impacto negativo y las amenazas que su irrupción puede presentar sobre la salud y el medio ambiente.
La gestión de las limitaciones ocasionadas en un sistema de agua, y en la provisión de su servicio, por los efectos de un desastre, son también objeto o responsabilidad del sistema, y por ello es una prioridad la gestión y mejora de su seguridad ante diferentes amenazas.
Evaluación del Índice de Seguridad de Acueductos
- agosto 3, 2020
- Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD)
Resumen
La República Dominicana, por su ubicación geográfica, su composición poblacional y la complejidad de su territorio se encuentra entre los primeros 10 países más vulnerables al impacto de fenómenos climáticos extremos, según el Índice Mundial de Riesgo Climático (CRI, por sus siglas en inglés). Estos fenómenos naturales extremos, se manifiestan de manera recurrente en distintas formas: sequías, inundaciones, deslizamientos, derrumbes, terremotos, ciclones tropicales y fuertes vientos.
Diversos estudios realizados concluyen en que resulta impostergable el fortalecimiento del Sistema Nacional de Gestión Integral de Riesgos ante Desastres (SN-GIRD), con un marco legal y estructura organizativo-funcional más efectiva y coordinada, autoridades locales capacitadas, empoderadas; desde donde se posibilite la creación de una cultura de prevención, programas continuos de formación, así como el fomento de la difusión de experiencias y buenas prácticas en la temática.
Ante esta situación, el Estado dominicano ha venido impulsando desde hace más de una década medidas tendentes a reforzar la capacidad de reducir el impacto de los fenómenos naturales y aumentar la resiliencia. En este sentido, se ha identificado la necesidad de contar con un mantenimiento adecuado de recursos como el agua, la electricidad y el combustible, dado al impacto negativo y las amenazas que su irrupción puede presentar sobre la salud y el medio ambiente.
La gestión de las limitaciones ocasionadas en un sistema de agua, y en la provisión de su servicio, por los efectos de un desastre, son también objeto o responsabilidad del sistema, y por ello es una prioridad la gestión y mejora de su seguridad ante diferentes amenazas.
