Llaman a consulta sobre Reglamento de la Estrategia Nacional de Desarrollo
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7 agosto, 2013La Estrategia Nacional de Desarrollo 2010-2030, (END 2010-2030), es el primer intento que se hace para responder a la exigencia constitucional de elaborar ese tipo de estrategia. Es, a su vez, el instrumento de planificación más avanzado que ha tenido la República Dominicana, el cual ha permitido diagnosticar sus potencialidades de desarrollo, los principales retos, y cómo tratar unos y otros, de manera gradual, dentro de una visión de mediano y largo plazos. Sin embargo, para que la referida estrategia sea aplicable y concite un interés más colectivo, todavía hay asuntos que deben precisarse.
La versión más actualizada de la Visión País, contenida en la estrategia, propone que en un período de dos décadas aspiremos a convertir a la República Dominicana en “un país próspero, donde las personas vivan dignamente, apegadas a valores éticos y en el marco de una democracia participativa que garantiza el Estado de derecho y promueve la equidad y la justicia social, que aprovecha sus recursos para desarrollarse de forma innovadora, sostenible y territorialmente equilibrada, y se inserta competitivamente en la economía global.”
Cuando se sopesan los problemas y limitaciones que confrontamos los dominicanos, con la visión propuesta, uno percibe que hablamos de reconstruir el país, y que para iniciarla debería ocurrir algo extraordinario, algo que nos mueva a clamar por ese proceso y participar en él de manera consciente.
Quiera Dios que no sea después de los embates de un fenómeno natural devastador. O por la ocurrencia de una confrontación armada, aunque hoy se vea como un método de lucha descartado. Y ojalá que no sea en una situación de sálvese quien pueda, cuando la acumulación de causas y efectos relacionados con la corrupción, el narcotráfico, las inequidades, la poca educación, la violencia, falta de oportunidades, y otras, tan destructivas como las dos primeras, hagan del país un lugar imposible de vivir.
¿Qué debe de ocurrir? Al final, nos quedan como alternativas pacíficas los cambios de gobiernos. Esos cambios muchas veces levantan esperanzas de un futuro mejor, pero fácilmente se desvanecen por las malas actuaciones conscientes de los gobiernos, o porque, aunque actúan con buenas intenciones, accionan dando palos a ciegas, o con actividades aisladas, que no logran alcanzar a las personas de manera integral ni multidimensional como exige el verdadero desarrollo. Sin que sea una panacea, la END 2010-2030, unida a un cambio de gobierno, debe ser una oportunidad para comenzar a reconstruir el país. Pero hablo de la estrategia que actualmente se discute, con las precisiones que apunto más adelante, porque veo difícil que haya oportunidad y entusiasmo para hacer otra, a menos que esta primera no se asuma como prueba.
Aunque todavía existan algunos disensos relacionados con el contenido o la pertinencia de incluir algunas líneas de acción de la END 2010-2030, estimo que, en general, los cuatro ejes estratégicos propuestos, los objetivos generales y específicos, líneas de acción, metas cualitativas y cuantitativas, indicadores, y sistema de seguimiento y evaluación están bien concebidos. Las versiones originales de estos componentes han sido mejoradas notablemente en el proceso de consulta, recogidas en más de 500 páginas, y ya pueden considerarse como aspectos atendidos. Sugiero concentrarse en lo siguiente:
Para que la END 2010-2030 concite esperanzas de cambio y respaldo, su aplicación formal para la acción continua debería comenzar a partir del 16 de agosto del 2012 y estipularlo en la ley. El gobierno que se inicie en esa fecha debe tener la oportunidad y responsabilidad de elaborar el Plan Nacional Plurianual del sector público, el Presupuesto Plurianual, el Presupuesto Anual, el Presupuesto Anual de Inversión Pública, planes sectoriales e institucionales, de los que emanarán las políticas públicas, y todo vinculado a la END 2010-2030. Los partidos políticos deberían iniciar la elaboración de esos planes desde ya, y ojalá pudieran dedicar parte de su campaña electoral a consultarlos y divulgarlos. El partido ganador refinaría esos planes a partir de junio 2012.
La administración actual promovería entre los sectores políticos y sociales las firmas protocolares de pactos endosando la estrategia, promovería el estatus de Ley para la estrategia, educaría a la población sobre su valor, ajustaría a un año los compromisos del Estado en el primer trecho de la estrategia, y elaboraría el presupuesto anual del 2012, basándose en los planes vigentes, y los lineamientos de la END 2010-2030.
Una estrategia nacional de desarrollo es imperativa por la situación que vivimos. Además de ser exigida por la Constitución de la República, la sugieren la Declaración de París, del año 2005, y los organismos internacionales de asistencia. Para que sea exitosa, el buen ejemplo del Estado, las enseñanzas de las instituciones educativas, iglesias, y familias; la colaboración del sector empresarial, y en general, la participación de todos es vital.
¿Podríamos reconstruir el país en veinte años? Mientras más tarde empecemos, más difícil se nos hará.