En los próximos 20 años el país deberá reducir sus actuales niveles de pobreza (34%) a un 15 por ciento y garantizar una cobertura de educación de un 100 por ciento si quiere lograr cohesión social y progreso, dijo el miércoles el Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo ante empresarios de la zona industrial de Haina.
El ingeniero Temístocles Montas asistió al Club Campestre, en las afueras de esta población, donde pronunció una conferencia en la que resumió los objetivos fundamentales que persigue la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) que ha sido propuesta por el gobierno a los diferentes sectores del país.
Montás lamentó que a pesar del crecimiento económico, el país no haya podido ni siquiera retornar a los niveles de pobreza que mantenía para el año 2000.
Indicó que otro reto esencial es que en los próximos 20 años se logre un 100 por ciento de cobertura en la educación inicial, es decir en los niños de tres años de edad en adelante, frente al 32 por ciento que el país registraba apenas hasta el 2007.
Además, que ese mismo 100 por ciento de cobertura se logre en la educación media que en la actualidad es de un 53 por ciento y que se pueda lograr 12 años de escolaridad para la población comprendida entre los 25 a 39 años de edad.
Lo que se persigue con esta Estrategia Nacional de Desarrollo en el tema de la educación es que por lo menos toda la población de entre 25 a 39 años sea al menos bachiller, expresó el Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo.
La propuesta persigue, igualmente, la reducción de la mortalidad infantil hasta 11 por cada mil nacidos vivos, de la mortalidad materna a 9 por cada mil nacidos vivos y que la esperanza de vida al nacer de los dominicanos sea de 80 años, dijo Montás.
Destacó que también se aspira a que República Dominicana ingrese al 30 por ciento de los países con menor percepción de corrupción, así como entre las naciones con mayor fortaleza institucional.
Para financiar todo esto, dijo Montás, el país deberá lograr una mezcla sostenible de presión tributaria, endeudamiento publico y externo, así como una racionalización del gasto público que permita financiar las tareas que demanda el desarrollo.
Una visión de largo plazo
Montas recordó que los países que han logrado el desarrollo son aquellos que han invertido en desarrollar una visión de largo plazo y que han creado las instituciones para materializar esas visiones.
Entre los países con mayor tasa de crecimiento en la última década, Montás citó a los que precisamente han contado con una visión nacional estratégica.
En contraste, recordó que la realidad dominicana en lo económico ha sido de crecimiento sobresaliente pero no sostenido, en lo social de impacto perceptible pero muy limitado sobre la pobreza y, en lo institucional, con estabilidad política pero con debilidades en efectividad gubernamental, en imperio de la ley y en el control de la corrupción.
En su conferencia a los industriales de Haina, el ministro Montás recordó que entre otros grandes rezagos por superar en el país están las dualidades del sector productivo, las dificultades para el financiamiento de las Mipymes, las deficiencias del sector eléctrico y la baja calidad de la educación.
Para superarlo, el funcionario afirmó que la Estrategia Nacional de Desarrollo debe ser un proceso de concertación y aprobada por ley del Congreso de la República.
De ahí que recordara al auditorio empresarial que la propuesta es un compromiso de los gobiernos y de las fuerzas políticas, económicas y sociales en torno al país que queremos y cómo alcanzarlo al 2030.
De manera específica y tal cual está contenido en la propuesta, Montás sugirió que para cumplir esa carta de ruta hacia el desarrollo armonizar intereses diversos, priorizar la resolución de problemas mediatos e inmediatos, establecer objetivos de nación y metas alcanzables, fomentar actitudes favorables al cambio y orientar las acciones y el desarrollo de las capacidades requeridas para lograr los objetivos deseados.
Finalmente expuso que la propuesta de visión-país es ser al 2030 un país próspero, donde se viva con dignidad, seguridad y paz, con igualdad de oportunidades, en democracia participativa, ciudadanía responsable e inserción competitiva en la economía global y que aprovecha sus recursos para desarrollarse de forma innovadora y sostenible.