Montás dice a cooperativistas que el desafío del país es enfrentar la pobreza

ESPERANZA, Valverde.-El primer gran desafío que tiene la República Dominicana es enfrentar la pobreza y reducir la desigualdad social para poder avanzar a una sociedad de inclusión social, afirmó aquí el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, ingeniero Temístocles Montás.

“Tenemos que sentar las bases para que los dominicanos podamos salir de la pobreza”, sostuvo Montás tras indicar que 40 por ciento de la población vive por debajo de la línea de pobreza, un factor determinante para excluir económica, política y socialmente a gran parte de la gente.

Al dictar una conferencia a cooperativistas de aquí acerca de la inclusión social en el marco de la Estrategia Nacional de Desarrollo, el ministro señaló que hay dos parámetros fundamentales para determinar si en un país hay inclusión social, que son el grado de pobreza y la desigualdad del ingreso.

Explicó que si en un país la pobreza pasa del 15% de la población, es muy difícil que pueda ser considerado como con inclusión social, mientras en materia de ingresos, lo aceptable es que el 20% de la población más rica reciba entre uno y cinco veces más que el segmento de la población más pobre.

“No hay inclusión social cuando los sectores más ricos reciben ingresos muy altos con relación a los segmentos de población que reciben menos. Tampoco hay inclusión social cuando la mayoría de las personas del país vive por debajo del nivel de la pobreza”, indicó el también aspirante presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para las elecciones de 2016.

Montás viajó a esta comunidad de la línea noreste junto al viceministro de Planificación, Juan Monegro, invitado por el Proyecto Cooperativo Agropecuario y de Servicios Tierra Próspera para dictar una conferencia sobre “Inclusión Social y la Creación de Oportunidades Económicas”, celebrada en la cancha bajo Techo “Tito Cabrera”, que estuvo repleta de público, informó la Unidad de Comunicaciones del MEPyD.

Fue presentado por el presidente de la entidad cooperativa, Rafael Antonio Gómez Durán, en presencia de otros directivos, entre ellos, Georgina Tavárez, el licenciado Eddy Hernández Cabrera, Gabriel Montesinos y Francisco Viña, que tuvo a su cargo las palabras de bienvenida.

En el caso de la provincia Valverde, Montás dijo que el 56% de la población vive por debajo de la línea de pobreza, mientras que en el municipio de Esperanza el 52% vive por debajo de la línea de pobreza.

Manifestó que aunque Valverde tiene mayor pobreza que el promedio nacional, en la frontera casi el 70 por ciento de la población vive por debajo de la línea de pobreza, en tanto que las provincias que están por debajo del promedio nacional de pobreza son las que están en el Centro del país: Santo Domingo, el centro del Cibao, Santiago–Puerto Plata, en algunas zonas donde se ha desarrollado el turismo.

“Hay provincias como El Seibo y Monte Plata donde los niveles de pobreza son altísimos”, apuntó Montás, quien agregó que en el contexto de la pobreza es muy difícil que se pueda hablar de inclusión social en la República Dominicana.

El ministro dijo que la situación dominicana tiene solución como ha sucedido en otros países y citó el caso de Chile que en 1990 al final de la dictadura de Pinochet, la pobreza era de 43% de la población, similar a lo que es hoy la pobreza en República Dominicana, pero “veinte años después de haber salido de Pinochet, la pobreza en Chile había caído a un 13%”.

Montás sostuvo que en Chile eso fue posible creando empleos de calidad, no a través de dádivas, y hoy Chile es un país que participa en los organismos internacionales de las naciones ricas, como es la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). “Pero aun Chile tiene problemas serios con la desigualdad, que es otro de los problemas serios de República Dominicana” agregó.

En relación con la desigualdad, el ministro dijo que en República Dominicana el segmento más rico recibe ingresos 14 veces más altos que el segmento más pobre. Los más ricos reciben el 56 por ciento de los ingresos del país, en cambio el 20% de las personas más pobres de la población solo recibe el 4% del ingreso.

“República Dominicana produjo el año pasado cerca de 60,000 millones de dólares. De esos, el quintil más rico está recibiendo cerca de 35,000 millones de dólares, mientras que el sector más pobre solo recibe 2,400 millones de dólares en un año”, deploró Montás quien agregó que “eso demuestra que tenemos un serio problema con la distribución de la riqueza en la República Dominicana”.

Anotó que si la diferencia de ingresos fuera en una proporción de cinco a uno, el grueso de la población sería de clase media, no pobre. Pero cuando la distribución es tan desigual como aquí hasta ahora, el grueso de la población es pobre.

Al valorar la importancia de una distribución del ingreso más justa, Montás afirmó que “en los países con mejor distribución de la riqueza los problemas de las personas no son de comida, de empleo o bajo salarios, ni transporte tanto público como privado, salud y protección social”.

Recordó que en el año 2004 solo el 19% de la población dominicana tenía seguro social, por lo que en menos de un año la pobreza se incrementó en cerca de millón y medio de personas en el país como resultado del impacto de la crisis bancaria sin protección social de la gente.

No obstante, Montás señaló que debido a la acertada política aplicada desde el gobierno por el PLD, la situación ha cambiado mucho: “hoy cerca del 57% de la población tiene seguro y la aspiración que tenemos en el gobierno del presidente Danilo Medina es que antes de que termine esta administración el 70 por ciento de la población tenga seguro social”.

“Si queremos un sistema de protección social tenemos que lograr que sean todos los dominicanos que dispongan de seguro social, sin privilegios, porque hoy solo el 41% de los pobres está asegurado; en cambio, del 20% más rico cerca del 80% de las personas está asegurada”, destacó el ministro.

Dijo que la situación actual permite afirmar que “esta es una sociedad de excluidos y el objetivo de nosotros es transformar al país en una sociedad de incluidos”.

Todo por la educación

Para Montás uno de los elementos fundamentales para acabar con la pobreza y la exclusión social es impulsar una educación de calidad, pues solo un país instruido puede competir en los mercados globales y atraer grandes inversiones que son las que dan empleos y calidad de vida.

“El mejor ejemplo es China. En las competencias de matemática, lenguas y ciencias los estudiantes de China son los mejores. Por eso las empresas de alta tecnología escogen a ese y otros países con elevada calidad de la educación para invertir”, expuso el ministro.

Tras afirmar que “el mundo de hoy y el del futuro es el de la educación”, Montás destacó la importancia del esfuerzo del gobierno de Medina “al dar 4% para la educación para que nuestros estudiantes estén en condiciones de competir con los estudiantes de China, de Corea, de Japón y hoy no podemos competir ni siquiera con los de América Latina”.

Montás resumió a los cooperativistas de Esperanza los cuatro ejes de la Estrategia Nacional de Desarrollo, que son lograr en 2030 un país institucionalizado, con un verdadero Estado de derecho, donde todos los ciudadanos respeten las leyes y las reglas del juego.

Señaló que el segundo eje es la inclusión social para lograr un país donde la gente disponga de salud, educación, transporte, empleo, buenos salarios y seguridad ciudadana.

En cuanto al tercer eje, relativo a la Economía, Montás dijo que lo fundamental es hacer que se incremente el crecimiento, se eleve la productividad para en diez años duplicar el Producto Interno Bruto actual.

Admitió que para lograr esa meta hay que transformar los sectores productivos, fomentar el crédito y hacer el país más competitivo.

El cuarto eje de la Estrategia, relativo al Medio Ambiente, fue definido por Montás como crucial porque los problemas ambientales de hoy no son solo de deforestación, sino que el mundo de hoy afronta el serio desafío del calentamiento global porque sus efectos son graves en la agricultura, provoca regímenes anormales de lluvia y con el derretimiento de los glaciares los países isleños como República Dominicana se exponen a inundaciones por la elevación del nivel de las aguas de los mares.