Intelectual francés recomienda a República Dominicana enfocarse en estrategia de desarrollo

La crisis económica que sacude a Europa está provocando que en el viejo continente se estén afrontando los mismos problemas sociales que abaten por décadas América Latina, tales como la pobreza, el trabajo precario y la ausencia de protección para un número cada vez mayor de sus ciudadanos, reconoció el sociólogo y filósofo francés Robert Castel.

La situación esta provocando que Europa ya no aparezca como el modelo de éxito que descalificaba lo que se hacía en otra parte y por vía de consecuencia a ir perdiendo la posición dominante que otrora ocupaba en la economía mundial, reconoció Castel en una conferencia dictada la noche del jueves en el Salón Las Cariátides del Palacio Nacional.

Para el intelectual francés, el Estado juega un papel fundamental para garantizar los sistemas de protección, para sacar a la mayoría de lo pueblos de la pobreza y de la inseguridad permanente. “sólo el Estado puede permitir que una sociedad se mantenga firme”, sentenció.

Hizo un breve repaso a la situación de República Dominicana, país que visita por primera vez, y dijo estar convencido que la Estrategia Nacional de Desarrollo, “lo que ustedes quieren elaborar, eso debe ser un esfuerzo muy valeroso frente a las condiciones que estamos viviendo”.

“No estoy vendiendo un modelo europeo, sino que tratando de entender lo que sucede en República Dominicana para cotejarlo con lo que ocurre en el resto del planeta”, aclaró el reputado intelectual, según una nota de la Unidad de Comunicaciones del Ministerio de Economía.

Castel, director de la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales de París, Francia, habló sobre el tema al dictar una conferencia sobre “Las Transformaciones de la Cuestión Social y el Aumento de las Incertidumbres: Elementos para una Visión Comparada Europa-América Latina, en presencia del Vicepresidente Rafael Alburquerque.

El reconocido intelectual francés fue presentado por el Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, ingeniero Temístocles Montás, quien dijo que Castel puede considerarse en la actualidad como el sociólogo más influyente de Francia.

“Creo que ya se ha terminado ese tiempo, en el que Europa se podía presentar con cierta arrogancia, como si fuese un modelo que debería seguirse donde quiera”, manifestó Castel, al puntualizar que reconoció, sin embargo, que en América Latina los problemas sociales son más agudos.

Al respeto estimó que América Latina ha sido sacudida por lo que llamó “neoliberalismo salvaje”, poniendo de ejemplo a la Argentina que, según dijo, estuvo a punto del abismo.

Pero en el caso de Europa Occidental, Castel explicó que hay que reconocer que desde 1970 la situación se ha degradado, aunque de una forma menos grave que en América Latina.

“Desde principio de los años 70 empezamos a hablar en Europa Occidental de la crisis y no entendimos inmediatamente su importancia, en primer tiempo pensamos que era un paro, que el crecimiento iba a llegar y que íbamos a retomar todo”, manifestó el sociólogo, quien por primera vez visita República Dominicana.

Castel precisó que de manera paulatina se tuvo que reconocer que la situación en Europa Occidental era mucho más grave.

El sociólogo dijo que a través de la globalización los países de Europa perdieron mucho del poder que le daba su posición uniforme en la economía mundial.

“Ellos también (Europa) están atravesados por esa dinámica económica que instaura una competencia de todos contra todos a nivel del planeta y en esa perspectiva, los compromisos sociales son obstáculos a la competividad de la empresa”, puntualizó.

El intelectual francés sostuvo que hace unos 30 años en Europa se desarrolló un conjunto de reformas de inspiración liberal que replantea esa protección y esos derechos, teniendo como resultado una degradación del mercado laboral, la reaparición de trabajadores pobres, el desarrollo de nuevas formas de trabajo precario y la multiplicación de una situación que se parece a lo que en América Latina se define como empleo informal.

“No quiero presentar la miseria frente a Europa que queda como les digo ampliamente privilegiada, pero el hecho es que creo que la diferencia se está mitigando, atenuando”, argumentó, al expresar que en el mundo hay una sociedad que se desarrolla y moderniza, pero también hay un proletariado miserable.

“Creo que podemos decir que con la mundialización se ha producido un cambio a nivel del planeta, lo que llamamos hoy los países emergentes, tienen tasa de crecimiento superior”, expresó.

Citó que en América del Sur hay países con una economía con una dinámica de desarrollo como Chile, Brasil y Argentina y en esta última nación hay un crecimiento de los asalariados.

En el caso de Francia citó que el 90 por ciento de la población es asalariada con un verdadero estatuto del empleo que oferta garantía y protecciones.

Refirió que desde hace 30 años se está produciendo un cambio importante que lleva a contemplar de manera diferente las relaciones entre América Latina y Europa en lo que se trata de las cuestiones sociales.

A su juicio, Europa tiene lecciones que aprender de lo que se está haciendo en América Latina para combatir los males.