Montás afirma solo plan de reformas devolverá estabilidad a Puerto Rico
14 octubre, 2015Montás apoya aumento de salarios, pero aclara gobierno no tiene fondos para atender esta demanda
14 octubre, 2015Estudiantes de la Universidad Nacional de Costa Rica participaron este jueves en el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) en una conferencia para conocer en detalles la economía dominicana, la más grande de la región.
Los asistentes, jóvenes estudiantes de la Universidad Nacional de Costa Rica, estuvieron acompañados por el director del Instituto de Capacitación en Administración Pública (ICAP), con sede en esa nación centroamericana, Alexander López.
López fue introducido por la directora del Centro de Capacitación del MEPyD), Rhaysa Martínez, acompañada del Ramón Plasencia, en representación del director general de Inversión Pública, Miguel Hernández, informó la Unidad de Comunicaciones del Ministerio.
El funcionario del organismo internacional dijo que el objetivo de la visita de los estudiantes de su país es lograr un acercamiento con la mayor economía del Sistema Interamericano de Centroamérica y el Caribe (SICA), conocer más sobre ese dinamismo económico y sus desafíos en el contexto internacional.
La conferencia fue pronunciada por la joven economista Camila Hernández, analista sectorial en el área de macroeconomía de la Unidad de Análisis Económico y Social del Ministerio, egresada de Intec, con maestría en macroeconomía en la Pontificia Universidad Católica de Chile y catedrática en macroeconomía avanzada de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.
Recordeó que en los últimos treinta años, la economía dominicana ha mostrado tasas de crecimiento ligeramente mayores al promedio de América Latina, incluida Costa Rica. Citó como el mayor factor de ese crecimiento mejoras en la productividad, seguido de un incremento en capital y trabajo.
“Esas mejoras en productividad significa que durante los años noventas, la economía dominicana registró importantes cambios derivados de las reformas para modernizar el aparato productivo, entre ellas en el sistema arancelario, que quitó las trabas al comercio exterior”, agregó.
Dijo que esa decisión tuvo su justificación en que la economía de los años ochentas se basaba en la demanda interna, por lo que la reforma arancelaria buscó incentivar el comercio internacional, las exportaciones e importaciones.
Camila también dijo a los estudiantes costarricenses en el auditorio que otra reforma, la tributaria, redujo las elevadas tasas sobre los ingresos y anulaba en efecto las distorsiones que creaba sobre el mercado productivo.
“Pero además hubo una reforma al código laboral, que implicó importantes conquistas para los trabajadores, como la protección a la maternidad, la cesantía y el seguro de desempleo, seguida de una reforma financiera y bancaria, porque el país venía de un entorno en los años ochenta caracterizado por tasa de interés fijas, lográndose en consecuencia liberalizarlas y flexibilizar el encaje legal”, indicó.
Por último citó entre esos factores la igualación del trato al inversionista extranjero con el local, reforma que tuvo por resultado que desde el 2000 al día de hoy el país haya llegado a tener tasas de crecimiento muy altas, en promedio de 5.5%.
Camila indicó que en el ámbito histórico, la transformación del aparato productivo del país que en los años setentas y ochentas era una economía esencialmente agrícola, aumentó como consecuencia de las reformas productivas la ponderación del sector servicio y del sector industria en el crecimiento, al punto que hoy el 51% del valor agregado se explica por el sector servicio, turismo, telecomunicaciones y administración financiera.
En su conferencia también se refirió a la demanda interna, a un consumo final de alrededor del 80% del PIB, a la inversión extranjera, y al crecimiento de las exportaciones e importaciones netas.
Aludió a la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo y al Sistema Nacional de Inversión Pública, a las recientes cifras oficiales de ocupación y desocupación, y a los avances recientes en la redistribución del ingreso por efecto sobre todo de destinar el 4% del PIB al sector educación, así como a los avances en la disminución de la pobreza, cuya proporción actualmente es inferior a la proporción de clase media.