El envejecimiento de la población y el sistema de seguridad social
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Dentro de los muchos méritos que tiene el programa de visitas sorpresa de nuestro Presidente, Lic. Danilo Medina, una fue venir a recordarnos a muchos dominicanos que la patria comienza en Pedernales y va hasta Samaná, que va de Monte Cristi hasta Cabo Engaño, porque hay una porción muy grande de nuestro liderazgo, y particularmente algunas instituciones públicas, que parecen dar por sentado que su responsabilidad termina en los límites de la ciudad de Santo Domingo. Y es así cuando lamentablemente, todavía hay ciudades y pueblos que sienten la triste percepción de que el Estado no es para ellos.
Una de las responsabilidades más connotadas del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, es velar por el desarrollo armónico de todo el territorio nacional. El eslogan de los ODS de no dejar a nadie atrás aplica en todos los ámbitos, no solo en el social, sino también atendiendo a sexo, grupos vulnerables, grupos étnicos y muy particularmente el ámbito espacial.
La cohesión territorial tiene que ser construida participativamente y concretarse en igualdad de oportunidades y de acceso a los servicios básicos y la infraestructura. Igualación de las oportunidades dentro de las ciudades, entre zonas urbanas y rurales, entre ciudades pequeñas, intermedias y grandes y entre población dispersa y la que habita en pequeños asentamientos rurales.
No puedo dejar de insistir en que no es justo, un país no se desarrolla bien, ni la sociedad puede sentirse satisfecha, cuando se percibe que hay ciudadanos de primera y de segunda por el mero lugar donde vivan o hayan nacido. El desarrollo no es eso, el desarrollo es equilibrio, cohesión, integración entre los sectores, los grupos sociales y las regiones.
Lamentablemente, ese es un gran reto que todavía nos falta por enfrentar. En adición a la ancestral escasa capacidad fiscal para invertir en infraestructura pública, en la República Dominicana siempre ha existido una gran concentración geográfica, principalmente en favor de la ciudad de Santo Domingo. Eso deja muy poco para los demás.
Como es bien sabido por todos, la zona fronteriza presenta rezago en condiciones de vida en comparación con el resto del territorio nacional:
La incidencia de la pobreza multidimensional alcanza al 41.7% de la población que habita en el territorio y, de las 5 provincias más pobres del país, 4 pertenecen a la zona fronteriza;
Es una zona de alta presión sobre los recursos naturales compartidos con Haití: en ella se localiza la cuenca hidrográfica más grande del Caribe (la del río Artibonito) y tres parques nacionales, que resultan negativamente afectados por prácticas nocivas para el medio ambiente, como el comercio ilegal de carbón;
Comprende las provincias de mayor flujo migratorio interprovincial, menor crecimiento poblacional y mayor proporción relativa de población inmigrante.
El comercio informal entre los habitantes de la región fronteriza ha venido realizándose desde la época de la primera República.
Actualmente existen 14 mercados binacionales, incluidos 4 puntos formales de mercado de bienes y un gran número pasos de comercio informal. De ellos depende una parte sustancial de la generación de empleos e ingresos para la población. Los efectos dinamizadores de la actividad de estos mercados en los pueblos fronterizos son más que evidentes.
Se registra una intensa actividad comercial y movilidad transfronteriza. Para la frontera, y el país entero, el mercado haitiano es muy importante, y del mismo depende una porción considerable de las exportaciones de nuestra agricultura y de nuestra industria ligera, así como de algunos servicios. Haití es el principal mercado para una amplia variedad de productos dominicanos.
A su vez, para una gran parte del pueblo haitiano, la República Dominicana constituye el principal proveedor de productos alimenticios, bienes industriales de consumo en el hogar, y de insumos para la construcción, con las marcadas ventajas que implica tener al proveedor a la vuelta de la esquina.
No hay que hacer gran uso de la imaginación para comprender que, si este comercio está teniendo efectos favorables para el lado dominicano, el efecto benéfico, aunque menos conocido por nosotros, también aplica para la población haitiana. Esto queda de manifiesto al notar la concentración de población que se está dando en las cercanías de nuestro país al otro lado de la frontera, o al observar la cantidad de personas que se movilizan los días de mercado.
El Observatorio de la Zona de Frontera (OZF) que hoy presentamos tiene por objetivo permitir el seguimiento a la situación económica, social y ambiental del territorio de las siete provincias fronterizas, Pedernales, Independencia, Elías Piña, Dajabón, Montecristi, Santiago Rodríguez y Bahoruco, con la finalidad de apoyar la formulación y evaluación de las políticas y planes de desarrollo territorial en el espacio de la frontera, y proveer información de las acciones convergentes con Haití.
Frente a ese contexto, la Visión del Observatorio de la Zona Fronteriza se inscribe en los objetivos de cohesión social y territorial de la Estrategia Nacional de Desarrollo. En particular, trata de impulsar el logro del Objetivo Específico 2.4.3 de “promover el desarrollo sostenible de la zona fronteriza”, así como de hacer visibles los esfuerzos de las políticas gubernamentales para mejorar la calidad de vida de esas provincias y lograr mayor equidad en la distribución del ingreso. Igualmente, se inscribe en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, más estrechamente en el ODS 10, de reducción de las desigualdades.
La Misión del Observatorio de la Zona Fronteriza materializa la función conferida al MEPyD por la ley 495-06, de “mantener un diagnóstico actualizado y prospectivo de la evolución del desarrollo nacional, que permita tomar decisiones oportunas de política, y evaluar el impacto de las intervenciones públicas sobre el desarrollo nacional”. A través del Observatorio ese mandato se focaliza en el desempeño socioeconómico de las provincias fronterizas y las actividades que definen y soportan la movilidad y el intercambio con la vecina República de Haití.
Los productos del Observatorio de la Zona Fronteriza (OZF) comprenden:
- Una red descentralizada y autónoma de información, que ofrece un bloque compilado de indicadores demográficos, económicos, sociales y ambientales; mapas georreferenciados de los recursos y potencial productivo; y estudios relativos a los principales desafíos de política pública que presenta el territorio de frontera, todo ello con parámetros comparativos del desarrollo local y el agregado nacional.
- Un componte documental de análisis que resulta de investigaciones, análisis de coyuntura y reseñas cuyos temas cubren los aspectos diagnosticados como críticos para el desarrollo del territorio.
- Proyecciones de los escenarios de cambios que se perfilan a partir de las intervenciones pública y privada, como resultado de las políticas sectoriales y planes de inversión pública, del capital nacional y la inversión extranjera directa.
El Observatorio de la Zona Fronteriza está concebido como un instrumento para articular y facilitar la coordinación de las políticas -sectorial, territorial y de desarrollo humano-a los fines de contribuir al objetivo de cohesión social y territorial. Uno de los resultados esperados es que permita abrir un diálogo público-privado acerca de las posibilidades de desarrollo local y territorial, a los fines de establecer consensos y direccionar las decisiones de política pública e inversión privada, en las áreas que demanda la zona de frontera.
Así, sus informaciones deben ser de utilidad para los organismos de acción sectorial y los gobiernos locales en su gestión de política pública; para el sector privado en sus decisiones de inversión; para las ONG y otros actores que inciden en el desarrollo comunitario; y para los académicos y centros de investigación en su ejercicio de generar conocimiento.
El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo espera que el Observatorio de la Zona Fronteriza se convierta, pues, es un instrumento para el desarrollo social y sostenible de esa región, que históricamente ha resultado marginada en el ámbito nacional, y que coadyuve en la plasmación de sus potencialidades.
Muchas gracias