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La economista indica que la política nacional de cuidados ha identificado como población objetivo priorizada a 864,388 niños y niñas en primera infancia, 67,448 adultos en dependencia moderada o severa mayor de 65 años, 30,139 adultos en dependencia moderada o severa entre 18 y 64 años, y 851,890 personas que no participan en el mercado laboral por ejercer labores de cuidado.
Santo Domingo, República Dominicana (Octubre de 2024). La directora de Análisis de Pobreza, Desigualdad y Cultura Democrática del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, Rosa Cañete, valoró el potencial que representa la política nacional de cuidados para responder a los retos demográficos del país, a través de la ampliación y mejora de los servicios que se ofrecen a personas en situación de dependencia y medidas que promuevan la equidad en esta rama económica.
Al participar en el diálogo “Resiliencia demográfica: clave para el futuro sostenible de la República Dominicana”, organizado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), junto al Ministerio de Economía y el Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (CONAPE), la economista Cañete expuso que los cambios demográficos afectan significativamente la planificación de los sistemas de protección social, educativo y de salud, así como las políticas de empleo.
Indicó que la política nacional de cuidados ha identificado como población objetivo priorizada a 864,388 niños y niñas en primera infancia, 67,448 adultos en dependencia moderada o severa mayores de 65 años, 30,139 adultos en dependencia moderada o severa entre los 18 y 64 años, y 851,890 personas que no participan en el mercado laboral por ejercer labores de cuidado.
Afirmó que las brechas de cobertura con servicios públicos son aún enormes. Los niños y niñas en primera infancia atendidos en 2023 por servicios institucionales públicos de cuidado alcanzan los 97,749, para una cobertura de 11 %. Mientras que los adultos de 65 años o más en dependencia moderada y severa atendidos por servicios públicos de cuidado suman 1,961, lo que significa una cobertura de 3 %.
Por otra parte, la directora recordó que, de las 851,890 personas que no participan en el mercado laboral por ejercer trabajo de cuidado no remunerado, el 98 % son mujeres y el 2 % restante son hombres. A modo de contraste, apuntó Cañete, de las 4,835,318 de personas con trabajo remunerado en el país, el 41 % son mujeres y el 59 % son hombres. “Estos datos nos muestran la división sexual del trabajo: en el trabajo remunerado la mayoría son hombres mientras, en el trabajo no remunerado, pero sin el cual ni la sociedad ni la economía se sostienen la mayoría son mujeres.” planteó.
“De cara a aprovechar el bono demográfico, es urgente desarrollar políticas que formalicen el trabajo, especialmente el que realizan las mujeres, y para ello se impulsan políticas vinculadas a la urgente expansión del sistema de cuidados, la necesaria formalización del trabajo doméstico y revisar tanto el Código Laboral como la Ley de Seguridad Social”, expresó la economista.
La directora Rosa Cañete expuso estos planteamientos en un panel junto a Diana Mejía, directora de Desarrollo Integral y Protección al Adulto Mayor del CONAPE, bajo la moderación de Laura Suazo, oficial de Población y Desarrollo del UNFPA.
Cambios en la población
Con más de 8.000 millones de personas en el mundo, la última ronda de censos de 2020 muestra cambios significativos en la estructura por edades de la población en Latinoamérica y el Caribe. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la proporción de personas menores de 15 años disminuyó del 41 % en la década de 1950 al 22,5 % en la actualidad, mientras que la población adulta entre 15 y 64 años creció del 55,6 % en 1950 al 67,6 % en 2024. Se espera que, para 2050, el 18,9 % de la población esté constituido por personas mayores de 65 años, lo que duplicaría el 9,9 % observado en 2024.
“Es fundamental destacar que la República Dominicana se encuentra en un momento privilegiado para aprovechar el bono demográfico, una oportunidad única para impulsar el crecimiento económico y mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos. Es crucial que aprovechemos el potencial de nuestros jóvenes, promover su participación activa en la economía y en la toma de decisiones”, afirmó Mario Serrano, representante nacional de UNFPA.
Mientras que José García Ramírez, director ejecutivo del CONAPE, destacó que esa institución está profundamente comprometida con garantizar un envejecimiento digno y productivo para todos las y los dominicanos, al tiempo de valorar la colaboración del Ministerio de Economía y el UNFPA, que refuerza el diseño de políticas públicas que respondan a los desafíos presentes y futuros del envejecimiento poblacional.
Resiliencia demográfica
El evento contó con una conferencia magistral ofrecida por Alanna Armitage, representante en México y directora para Cuba y la República Dominicana del UNFPA, quien resaltó la necesidad de adoptar un enfoque proactivo y transformador ante estos cambios demográficos.
“En los próximos años vamos a transitar una etapa demográfica que deviene de grandes logros de la humanidad, como son la longevidad y la capacidad humana, las mujeres en particular, de elegir cuándo y cuántos hijos quieren tener”, manifestó.
Explicó que el concepto de “resiliencia demográfica” es fundamental y hay que entenderlo como la capacidad de una sociedad, no solo para adaptarse a los cambios demográficos, sino para florecer en medio de estos, al anticiparlos, planificarlos y moldearlos proactivamente.
Sostuvo que esto permitirá a los gobiernos mitigar los impactos negativos en las personas, las economías y el medio ambiente, al tiempo que aprovechan las oportunidades emergentes.