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30 noviembre, 2018El envejecimiento de la población y el sistema de seguridad social
3 diciembre, 2018El economista Isidoro Santana afirmó que al igual que la población mundial, la República Dominicana presenta una tendencia al envejecimiento y que en la actualidad se estima que las personas de 60 años y más ya rondan los 1.3 millones
Santo Domingo, República Dominicana. El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Isidoro Santana, afirmó que el país está a tiempo de enderezar el rumbo del sistema de seguridad social, al considerar que disfruta de admirables indicadores de crecimiento con estabilidad por largo tiempo.
El funcionario, que reflexionó en una serie de tres artículos de opinión sobre “El envejecimiento de la población y el sistema de seguridad social”, explicó que todavía la población dominicana no ha envejecido y que desde hace algunos años se aprecian progresos en términos de generación de empleo formal, mejora de salario reales y reducción de la pobreza.
Además, señaló que la República Dominicana disfruta de mejoría en la calidad y cobertura de los servicios públicos básicos a los ciudadanos, pero que tales progresos no han sido suficientes para superar el rezago histórico.
Santana manifestó que en la búsqueda de soluciones se debe evitar las simplificaciones caricaturescas y las deficiencias no se resuelven eliminando las ARS o las AFP o pretendiendo volver al antiguo sistema de reparto. Lo que sí consideró es que se requiere fortalecer el poder del imperio del Estado para evitar ser sometido por los intereses particulares.
Explicó que el problema del sistema de pensiones es macroeconómico: sea de reparto o capitalización, alguien tiene que pagar por pensiones. Y cuando no es por vía de contribuciones obligatorias, es por impuestos.
“Cuando estábamos discutiendo la creación del sistema de seguridad social, partimos de una serie de ventajas que teníamos y todavía nos permiten tiempo para arreglar lo que hicimos mal”, precisó.
Argumentó que el más grande de todos los errores, en un país con un Estado sumamente débil, fue pretender resolver todos los problemas mediante el consenso, de modo que se permitió que las partes interesadas impusieran su propia ley.
Sostuvo que esa pretensión de querer complacer a todo el mundo condujo a la creación de un Consejo Nacional de la Seguridad Social multitudinario y paralizante. “Pero eso se resolvía creando un Consejo Directivo de tres personas, uno por el Estado, uno por la clase capitalista y otro por la trabajadora”, expresó.
Santana precisó que las mejoras prácticas, que indefectiblemente afectan intereses, se postergan por años y hasta décadas, como se está evidenciando ahora con los centros de atención primaria para la salud.
Detalló que cuando el país debería tener un sistema de seguridad social maduro, que garantizara un retiro digno, todavía solo el 42% de la población ocupada cotiza al régimen de pensiones y apenas un 15% de la población mayor de 60 años percibe una pensión.
“Con una contribución de apenas un 8% de un salario de por sí bajo, en la República Dominicana creemos que es verdad que tendremos seguridad social, y eso es una caricatura”, dijo el Ministro, al indicar que en muchas partes del mundo la cotización supera el 15% y en algunas el 20%.
Tendencia al envejecimiento
Santana afirmó que al igual que la población mundial, la República Dominicana presenta una tendencia al envejecimiento y que en la actualidad se estima que las personas de 60 años y más ya rondan los 1.3 millones y para 2030 podrían llegar a dos millones.
Recordó que medio siglo atrás, una característica fundamental de la población dominicana era la existencia de familias extensas, con muchos niños y pocos ancianos, lo cual ha venido cambiando.
“Obviamente, la presencia de una gran población infantil implicaba, para aquellos en edad activa, un costo económico de significación, porque las familias tenían que dedicar muchos recursos para la crianza de los niños, la alimentación, salud y educación. Pero algo parecido va a ocurrir cuando haya una gran población longeva”, dijo Santana.
En este caso, consideró que el costo ya no será la educación, sino la atención a la salud y los servicios sociales. Manifestó que desde hace un buen tiempo el país dispone del bono demográfico, una época dorada con mucha población en edad activa, en capacidad de trabajar.
Citó como ejemplo que en América Latina hay países con una población muy envejecida, pero que no cuentan con los recursos para sostenerla. Como casos extremos, citó a Cuba y Uruguay, otros del Cono Sur y Costa Rica.